viernes, 31 de diciembre de 2010

Gracias.

Después de 7 meses de ese día de aparente normalidad pero que no olvidaré nunca aquí estoy, escribiendo con mucha emoción unas palabras para decirles lo importante que fue para mi haber recibido tanto cariño, rezos y energía desde cada esquina del mundo. Por que fue esta poderosa energía humana la que me ayudó a salir adelante dándome fuerza en cada uno de los momentos díficiles de dolor y cuando la esperanza me fallaba. A cada uno de ustedes, gracias por estar conectados a la espera de noticias y por sufrir conmigo esta vertiginosa montaña rusa emocional.

Cierro
el 2010 sintiéndome extraordinariamente bien. El páncreas se está portando como si no le hubiera pasado un camión encima, me deja comer todo lo que me pide el cuerpo, incluyendo las cosas que por no engordar no comía antes. La pelvis la siento a ratos pero el saber que me puedo mover y caminar casi con normalidad y lo que pudo haber sido actúa como el mejor analgésico. Empiezo a tener una vida normal en Londres y como pueden ver en esta foto que me tomé hace un par de días en Paris, la vida me ha vuelto a la cara.

Les deseo un feliz 2011 con todo el amor y cariño de este mundo.